Primer viernes negro de junio. El día ha quedado deslucido un poco, pero sólo por el chirimiri. Porque las ganas de protestar y de reivindicar no nos las van a arrebatar unas gotas de lluvia. Los empleados públicos, por tanto, volvemos a la carga. De nuevo, concentración en la Plaza de San Antonio en Cádiz, para iniciar la manifestación hasta el Palillero. Es uno de los puntos negros de Cádiz. Obtenemos más apoyo de las personas que nos encontramos por la calle. Se oyen aplausos. Bastantes aplausos y gestos de simpatía hacia nosotros. Una señora que no tiene nada que ver con la manifestación nos expresa su apoyo y lamenta que no se nos sumen más personas. Entre los manifestantes hallamos a compañeros procedentes del Servicio de Atención al Menor y la Familia, Servicios Sociales, INSS, Ayuntamiento de Cádiz, Universidad de Cádiz, Catastro y otras administraciones del entorno. Es de destacar, con respecto a otras concentraciones anteriores, un incremento de los efectivos policiales que están pendientes de nosotros. ¿Será que se esperan unos incidentes que nosotros no vamos a provocar? ¿Qué será, será? En cualquier caso, los agentes son también empleados públicos, enviados por los que mandan, tan previsores ellos.
Los empleados que pertenecemos a distintas administraciones de la Universidad de Cádiz llevamos más de un año a pie de calle, expresando nuestra más contundente repulsa contra los recortes. Empezamos allá por mayo de 2012. Ahora ya no somos sólo los de la Universidad de Cádiz. Nos hemos unido, con un mismo objetivo, empleados de distintos sectores de la Administración Pública. Lo primordial de todo esto es que no nos sentimos agrupados por unas siglas determinadas, ni de partidos ni de sindicatos. Ni falta que hace, diría yo. Vamos por libre. De hecho, uno de los aspectos positivos de todo esto que habría que tener muy en cuenta es que estamos trabando amistad entre nosotros, empleados públicos de distintas administraciones. Me temo que eso no es conveniente, en absoluto, para aquellos que nos son abiertamente hostiles y que son los que han originado todo este malestar social. A ellos les conviene que estemos divididos.
Un primer vídeo de la minifestación de hoy, como la denomina un compañero, lo podéis ver en el siguiente enlace:
Las fotos que aparecen a continuación son las que hizo el compañero Evaristo, fotos que ha subido a la página del facebook.
Aparte de estas, podéis ver nueve fotos más de la concentración de hoy pinchando en este enlace:
Os dejo con una serie de frases mías para que las penséis o miréis las musarañas de vuestra habitación si tal cosa os complace más:
¿Quién es tan tonto que defienda un ripio?.
¿Le tienes miedo a la verdad?.
Poetastros, unidos, jamás serán vencidos.
Sabios aquellos que opinan que la poesía es sentimiento... (Y un cuerno)
Comentaos los unos a los otros, hasta el final de los Tiempos.
La poesía y la mala poesía son hermanas gemelas.
(Si crees que esto que escribo es mera provocación, es que vives engañándote) (Si crees que esto es un blog de autoayuda, ¿qué esperas para autoayudarte?)
En mis propuestas para el día de hoy, os sugiero los títulos de una serie de entradas antiguas que no tuvieron hasta la fecha ni un comentario. Son todos artículos míos publicados en la prensa hace bastante tiempo. Esta vez no os digo de qué van, aunque uno de ellos ya se ve que va a tratar de Emilio Prados. Demasiado obvio el título del artículo.
Las noticias del fútbol ocupan muchísimo espacio y tiempo en los medios de comunicación. Las noticias sobre educación e investigación, poquísimo espacio, poquísimo tiempo, y cada vez menos espacio y tiempo en el futuro gracias a los recortes que los gobiernos aplican -por ignorancia supina- donde no hay que aplicar. El fútbol, sin embargo, sigue sin recortes; intactos, indemnes los señores futbolistas que no suponen nada para el bien de la Humanidad. ¡¡¡Boicot al fútbol!!!
Si el pueblo romano hubiese dado la espalda a los juegos circenses, habría habido en la historia más y mejores oportunidades de que ominosos emperadores hubiesen sido derrocados. ¡Boicot al fútbol!
El poder promueve el fútbol, incluso las personas que tienen el poder lo vitorean con la misma pasión que la del hincha de la calle, o por lo menos con la misma pasión simulada. ¡Qué sintomático! Está claro que el fútbol interesa sobremanera al poder, porque el fútbol sirve al poder. ¿Por qué interesará tanto al poder el fútbol? ¿Pueden responder a esta pregunta los sojuzgados por el poder y a la vez por el fútbol?
¡¡¡Exijamos para los futbolistas los sueldos de los mileuristas que están siendo víctimas de los recortes injustos!!! Me preguntarán ustedes... ¿pero cómo se puede exigir eso? Sencillo, no yendo al fútbol ni viendo el fútbol por televisión. ¡¡¡Boicot al fútbol!!!
Para los futbolistas, las primas... y para los "primos" que los encumbran y los vitorean por sus pretendidas "hazañas"... nada, nada y nada de nada, salvo las primas de riesgo. ¡Serán primos los primos!
En mis repasos sobre lo que he dado a conocer de mi creación en el blog, que ya sabéis viene siendo mi costumbre de un tiempo a esta parte lo de revisar y recuperar, toco hoy no un tema únicamente, sino una recopilación de entradas -antiguas ya- que consisten en artículos míos que ya se publicaron en la prensa mucho antes de que tuviera este rincón en internet. Os recomiendo que los leáis y opinéis. Os doy unas indicaciones o pistas generales sobre la temática de cada uno de los artículos, cuando el título no lo explicita lo suficiente, para que leáis el de vuestra preferencia. Si leéis más de uno, tanto mejor.
Hablo sobre los libros en La gran evasión. Me sitúo contra el poder, en A los que mandan. Arremeto contra los honores inmerecidos en Los papeles del mono. Reflexiono sobre el valor de la inteligencia y su relativa acogida en la sociedad en Will Hunting. Me burlo de los seres engreídos por causa de su escalafón profesional en Rangos. Sobre la consabida fidelidad de los animales que nos acompañan, escribí Hasta su vuelta. Esbozo unos apuntes sobre la vida de los opositores en We all live in a yellow... Trato de pintar un retrato de la gente callejera en De paso por el laberinto. Y, por fin, en Muerte de un hombre, apenas si menciono el nombre del escritor famoso que falleció y originó el artículo.Un post con el que tenemos para rato. Un post con nueve posts.
CONTRAPOETICAM ESTADÍSTICAMENTE HABLANDO
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Comentarios
TINIEBLAS
Ya está oscuro...
puedes pasar.
Pero antes de decir nada
o de comentar nada,
es mejor que pinches
en el ojo que te observa.
"Los círculos literarios se han estado cargando la poesía desde el principio de los tiempos. Un círculo literario no es más que una agrupación de gente mediocre que sólo cree que se engrandece con la asociación con otros mediocres."
(Fermín Gámez)
"Mucho más importante que la poesía es la honestidad con uno mismo. Hay muchos que han llegado donde están a través de la adulación a otros y de usar ardides que no son dignos de mencionar en un blog como éste.
El resultado de no ser honesto con uno mismo no es una obra poética digna. Publicar como resultado de la adulación a otros no puede ser nunca fruto del arte, sino de la artimaña.
Y al final, la adulación desaparece. Y la obra del memo que creyó en la adulación como camino para llegar a la cumbre, desaparece en el merecido limo del olvido."
(Fermín Gámez)
LO QUE EL PERRO LE DIJO AL POETA Y LO QUE EL POETA LE DIJO AL PERRO
El perro:
Tú podrás ser poeta, pero yo, siendo como soy perro, me puedo colar en los círculos, y en los ateneos, y en las fundaciones, y en las editoriales, y en los periódicos, y en las tertulias... y por mor de tales incursiones, hasta puedo dejar de ser perro para que todos me vean como poeta. Y ser laureado por ello.
El poeta:
Tú eres perro y harás lo que como perro sabes hacer, porque ser perro es tu naturaleza. Pero es también la naturaleza del tiempo poner las cosas en su sitio, y el tiempo pondrá al perro en la perrera, junto con los otros perros, y al poeta lo pondrá en sus poemas, donde siempre estuvo y estará, lejos de todas las perreras y de todos los perros de las perreras.
"Acababa de empezar un blog. Pero no pudo escribir ni una sola línea. Así que dejó la primera entrada en blanco y no siguió con el blog. ¡Albricias! ¡Entendió, pues, que con ello había aportado más a la comunidad que con infinidad de entradas chorras! A las personas que comprenden el infinito valor del silencio habría que erigirles un monumento."
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Nunca sabremos por qué
está el perro ahí.
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Justo en el medio,
entre una colilla y una hoja caída.
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Ni siquiera mira
a quien lo fotografía.
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Propietario silencioso
de su huequecito en la acera.
******** (Fermín Gámez)
¿TOMAN USTEDES PRECAUCIONES A LA HORA DE ESCRIBIR?
Yo sí. Sobre todo procuro -antes que nada- que el lápiz tenga la suficiente fuerza para transmitir algo al papel. Los lápices demasiado flácidos no lo consiguen. Mucho se ha escrito por los psicólogos respecto de la impotencia de los lapiceros. De hecho, son los lápices demasiado blandos los máximos exponentes de lo que se elabora y cuece en los círculos literarios. Si el papel se encuentra en época de ovulación, es necesario usar un buen
guante-preservativo, para que la poesía no se quede preñada en un mal momento. Abogo por una reflexiva planificación poética.
BÁRTULOS NECESARIOS PARA LEER HISTORIAS DE FANTASMAS
Si habéis leído alguna vez un cuento de fantasmas a la luz de un flexo, a la luz de la lámpara del salón o en el entorno de una luz fluorescente, no sabéis lo que os perdéis. Estáis contraviniendo todas las virtudes del género con una asepsia propia de nuestros tiempos pero contraria a la materia -o mejor dicho, al ectoplasma- que nos ocupa. Cuando yo quiero leer a M. R. James o a Edith Wharton o a Henry James, me voy al sótano (algo raro porque vivo en una comunidad de vecinos, en un piso como otro cualquiera) Pero me voy al sótano, quiero decir. Me llevo mi velita y mi calavera, las mismas que veis en la foto, porque la foto la he realizado yo con todos esos objetos que son míos -como siempre sucede en mi blog- y por supuesto mis viejos libros de fantasmas, libros agotados por el paso de los años, libros envejecidos como el aliento tenebroso de los muertos. Tengo que rodearme de oscuridad y sólo disponer de la suficiente luz, parpadeante luz de la vela, para adentrarme por los recovecos de la historia. Sólo así vienen los fantasmas que quiero. Los fantasmas que logran decirme algo. Yo les ofrezco algo de mi pavor, y ellos a cambio me revelan pequeños retazos de la eternidad.
¿Vas a desaprovechar la ocasión de NO tener un blog? Porque es una ocasión única de verdad en nuestro mundo. Una oportunidad que no se puede dejar pasar así como así. Casi hay tantos blogs ya como gente que respira. Es de lo más común. Hasta vulgar, como conducir un coche o tomarse un café. No es "in" tener un blog, ni chachi, ni mola. No te otorga la más mínima "categoría". No se puede uno dar ya pote de tenerlo. Hoy lo difícil es no llevar un blog. Lo difícil es desembarazarse del absurdo de tener un blog. No creo que me equivoque si digo que el arte está más cerca de no tener un blog que de tenerlo. Carecer de blog lo aleja a uno de la mediocridad más absoluta. En cambio, tener un blog hoy día es como no haberse caído del guindo todavía. Y el caso es que aún estás a tiempo. Puedes dejar de escribir en él, cerrarlo, incluso borrarlo y de ese modo habrás creado tu mayor obra de arte, la hazaña que de verdad te distinguirá de la masa. ¿Qué? ¿No te resulta tentador salirte de la tangente, desobedecer los dictados de las modas? ¿No es mejor una única victoria del silencio que millones de escaramuzas del ruido?
¿Han visto ustedes alguna vez una telenovela hispanoamericana? (Pregunta retórica, que conste) Es algo que excede mi capacidad de aguante, y esto no tiene nada de retórico. No las soporto en ningún sentido. De todos modos, el otro día, viendo por casualidad o por desgracia la cabecera de una de ellas, me pareció darme de bruces con la misma estética de los malos blogs de poesía que emponzoñan de mal gusto internet. ¡Era el mismo estilo!. ¡Las mismas supuestas concepciones del amor!. Desde el insoportable color rosa a los sentimientos que se supone que estos culebrones quieren desarrollar y exponer. Patético. Más que patético.
Una vez, hace mucho tiempo, tuve una amiga. En la época de mi bachillerato. Era una buena amiga, o al menos así lo creía yo. En nuestras conversaciones me comentó que escribía poesía. Me interesé por sus escritos. Dada la personalidad de mi amiga y su madurez en muchos aspectos de la vida -de hecho era unos años mayor que yo- me imaginé que me encontraría con creaciones de algún modo dignas de tener en cuenta. No fue así. Me decepcionó lo que leí de ella. Y mi error fue decírselo, aunque fuera a su requerimiento. Con todo tacto le hice un comentario en el sentido de que lo que estaba escribiendo respondía más a tópicos, con frases trilladas, que a un buen poema. Y añadí que podía mejorar mucho si se empeñaba en ello. Mi intención fue en todo momento ayudarle, porque creo que ella lo merecía. Al principio no pareció afectarle. De hecho, incluso me dio la sensación de que encajó la crítica de buen grado. Pero días más tarde, llegó mi amiga a mi casa con su madre. Su madre me pedía explicaciones acerca de lo que yo le había dicho a su hija para ponerla como la puse. Sí, tal como lo estoy escribiendo sucedió. Ya lo de la madre se me antojaba muy fuerte. Así que fui intentando deshacer como pude -sin tener ninguna necesidad de ello- lo que aquellas dos consideraban una especie de agravio. Lo sentí mucho por ella. Porque era una persona llena de capacidad para escribir, no específicamente en el terreno de los sentimientos, que como digo responden siempre a otra cosa que no es en realidad poesía, sino en el de las palabras y en su uso. Tenía muchas posibilidades de decir algo llegado el caso. Hace años que no sé de ella, es obvio. Seguramente hoy tendrá un blog con un pseudónimo y publicará cosas ahí. Cosas como las que me dio a leer. Internet, ya lo he dicho antes, permite este tipo de cosas.
Aquel episodio me hizo comprender, ya desde mis tiempos de bachillerato, que con pataletas nunca se suele escribir nada bueno en literatura. Y que las pataletas son eso, simples pataletas. Propias de los pequeños, de los que no tienen madurez. Si no se dejan atrás ese tipo de arrebatos provocados por el orgullo y la autoestima mal entendidos, no se puede llegar al estado de reflexión que todo intento de escribir poesía exige.
Desde entonces no he vuelto a decirle a nadie, con nombre y apellidos, nada acerca de su obra, si tal obra me parecía poco interesante o pobre. Lo he hecho generalizando. Quizá porque así nadie se da por aludido en especial y porque dichos sujetos de tal manera pueden extraer enseñanzas de una mala crítica que no se dirige o focaliza sobre un individuo en concreto.
Los que sufren pataletas, en el fondo, se señalan a sí mismos. Se ridiculizan a sí mismos. Ellos mismos se ponen en evidencia y se definen claramente con sus exabruptos. ¿No creen ustedes que las pataletas y los berrinches son más propios de la ignorancia que de eso que se suele llamar el sentido común? Yo creo que sí.
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