CASI ES LA MAÑANA
Casi es la mañana.
Aún con la resaca
de ti, veo que esparce sus almendras de luz
sobre la colcha en que
se desplomó mi cuerpo como si fuese enjambre.
Yo busco a ciegas tus
racimos en las sábanas,
pero hallo tan sólo
aquellas horas
en que el cañaveral recorría tu piel.
Envío entonces mis labios
como un lobo incendiado
que saquee el edredón que aún sabe a tu pubis.
(Fermín Gámez)
2 comentarios:
He entrado aqui para comentar ese precioso poema, pero me he quedado sin palabras....
La mezcla de sensualidad y dulzura es maravillosa.
Me encanta cómo escribes.
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