Siempre me ha gustado un título en especial de los de Julio Cortázar, Continuidad de los parques, (no tengo que confesar a voz en grito que es uno de mis escritores predilectos porque creo que no hace falta) Por eso llamé de esa manera, con un guiño literario y añadiendo de mi cosecha en el título un leve matiz sarcástico, a uno de mis poemas del libro Pareja en la vida real. ¿Cuántas veces han sentido que su amor por otra persona ha sido objeto de las miradas de los transeúntes, de los desconocidos que andan aburridos por ahí sin saber qué vida pueden llevar ellos mismos? ¿Cuántas veces hemos sido nosotros los que miramos y observamos? El poema, obviamente, es biográfico. En estos casos, confieso que es una delicia ser el observado, y, aunque nos terminásemos yendo del parque, como digo en el poema, otra pareja de enamorados más jóvenes que mi entonces novia y yo terminó haciendo que el mirón tuviese que sentarse, todo "avergonzado", en un banco en que pegaba un sol de justicia.
CONTINUIDAD DE LOS PARQUES
Desde ese otro bancodel parquenos da la espaldaun respetable caballero queha ido espiando mi asalto a tus mejillas.No ve que ya pensábamos en irnos,ni que otra pareja de locos aún más jóvenesestá a punto de darlesu soleado merecido.(Fermín Gámez)
4 comentarios:
"ha ido espiando mi asalto a tus mejillas"
Que bonito verso... si he estado de ambos lados... del observado y de observadora.
Y aun trato de observar desde fuera como tercera persona también.
¡A mí me pasa lo mismo! Con el título, con el título. Con el mismo título. Y con el de "Queremos tanto a Glenda". Ambos tienen una musicalidad, una cadencia armoniosa, una ruptura en la lógica aplastante, un final no redondo, como diría Enrique Vila-Matas, un no sé qué que qué sé yo...
Curioso, muy curioso.
Y el poema.
Y me ha traido recuerdos de una película que vi por azar y que me hechizó: La carta,(La Lettre) de Manoel de Oliveira, donde descubrí entre otras cosas al cantante Pedro Abrunhosa (escucha como uma ilha, con Bandemónio) y que está escrita por el propio director basándose en la novela de Madame de La Fayette "La Princesse de Clèves", consiguiendo una película que no peca de cursi cuando es romántica a tope, toda una novela del siglo XIX pero ambientada hoy en día y que nos demuestra que el ser humano sigue igual en algunas de sus cosas más íntimas y difíciles de vencer según la educación recibida combinada con el carácter y temperamento personal; y si sirve de estímulo añado que la protagonista es Chiara Mastroiani...
Bueno, pues hay una escena muy importante y muy parecida a tu poema, si la ves los asociarás, y no puedo decir más para no fastidiar.
Certero poema en el que no se sabe si el voyeur es él o eres tú.
Mirando al que te mira o mirándote mientras os mira.
Muy bello.
Un abrazo.
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