...hay que aprenderse un libro de memoria y luego quemar el libro, para que no lo quemen los que han prohibido los libros. Sí, deja de sorprenderte como se sorprendió Montag.
¿Cuál te vas a aprender tú?
Yo me voy a aprender Las crónicas marcianas, de Ray Bradbury, pero me voy a permitir la rebeldía de guardar el libro donde ni siquiera el resto de los hombres libro lo encuentre y quemaré en su lugar algunas de esas cosas que llaman libros pero que sólo lo son en su más burda apariencia.
(Dedico la entrada de hoy a mi amiga Belén -Guinda de Plata-, que coincidimos hoy, algo poco habitual, en el autobús, de vuelta a casa después de salir de nuestros respectivos trabajos. Allí en el autobús, compartimos nuestros libros de viaje, ella llevaba la obra de Thomas Mann, Muerte en Venecia, yo le dejé que viera mis Cuentos del futuro, de Ray Bradbury y también le enseñé algún que otro expurgo que había cogido de la Biblioteca. Hablamos otra vez de libros, de blogs, de amigos, de miedos y de temores... un grato encuentro, en fin, de dos personas-libro. Besitos de literatura, amiga mía)
20 comentarios:
Yo me aprendí en su día "CANTO A TERESA" de Espronceda, Aquel poema que comienza así:
¿Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría,
le quedó al corazón solo un gemido,
¡y el llanto que al dolor los ojos niegan,
lágrimas son de hiel que el alma anegan!
¿Sirve?
Sin embargo, si tuviera capacidad memorizaría "El Quijote", pero como sé que hay una persona que se lo sabe, ya estoy más tranquilo.
Te advierto, Luis, que yo tampoco sería capaz de memorizar un libro entero, creo que aquí vale la intención más que nada.
No te digo ya si fuera El Quijote
¡Querido Fermín!
Qué alegría más grande me dio cuando te vi ayer, y cuánta cuando he visto tu preciosa dedicatoria. Preciosa por lo que significa en sí mismo, y preciosa por la entrada donde está ubicada: en una dedicada a una de las cosas más hermosas del mundo: un libro.
No me puedo considerar mujer libro, aunque desde muy pequeña me sé de corrido las dos o tres primeras frases del Quijote... ¡cosas de niña pedante!
Lo primero que aprendí de memoria, a unos meses de cumplir cuatro años, fue esto, del insigne Antonio Machado:
"Sobre el olivar,
se vio a la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos.
Por un ventanal,
entró la lechuza
en la catedral.
San Cristobalón
la quiso espantar,
al ver que bebía
del velón de aceite
de Santa María.
La Virgen habló:
-Déjala que beba,
San Cristobalón.
Sobre el olivar,
se vio a la lechuza
volar y volar.
A Santa María
un ramito verde
volando traía".
Como yo cumplo años muy a finales de diciembre, cuando entré en parvulitos, en el Colegio Reyes Católicos, aún no había cumplido los cuatro. Ya sabía leer, porque aprendí con tres años en casa, y enseguida memorizaba todo. Hasta poesías como esta.
Ahora, de mayor, me aprendí el Poema 20 de Neruda, de 20 poemas de amor y una canción desesperada. Me parece un poema de una belleza extraordinaria:
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo".
En "El Café del Foro" hicimos un concurso de declamación, recitando los textos que quisiéramos, y yo elegí este... Quedé la cuarta o quinta en votaciones. Creo que les gusté.:-))))
PD: Como ves, desde muy pequeña he tenido una memoria estupenda. :-D
¿Hicisteis un concurso de declamación en el foro, Belén? ¡Sí que es curioso! ¿Pero había opción de escucharos?
Los dos poemas que has recitado son grandiosos (y también el que ha dicho Luis Antonio), cada uno en su ámbito y en su estilo.
Calla, calla, a ami me hicieron aprender de memoria muchos, muchos poemas. Otros los aprendi con gusto, como los de Pessoa, Rosalia de Castro o Antonio Machado.
Tambien me hicieron aprender de memoria el Salmo 23 de la Biblia, pro esa es otra historia que ya contare.
FERMIN, ¿memorizar un libro?, me encantaría. Tengo memoria para mi trabajo, para conversaciones que he tenido, para hechos en concreto. A veces creo que en lugar de cabeza tengo un ordenador...pienso mucho, pero la realidad es que no, no tengo memorizado ningún libro, así que no quemaré ninguno!.
Los suspiros son aire, y van al aire.
Las lágrimas son agua, y van al mar.
Dime, mujer cuando el amor se olvida,
¿Sabes tú adónde va?.
.........
Y esto es histórico Fermín, cuando era pequeña, estudié el concepto del "átomo" y me hace gracia pues aún recuerdo ese dia y cada coma:
El átomo , son partículas mínimas de un elemento, por tanto son unidades fundamentales de la materia, y están constituidas por partículas cargadas de electricidad.
jajaja, ahí te lo dejo.
Un beso y gracias otra vez!!.
Jacquie.
Me gusta leerte.
Ya me aprendi una vez De amicitia de Cicerón.
Saqué matrícula de honor en latín sin saberme las declinaciones ...
jaja
Un abrazo
Por fin he visitado tu página, he visto tu fotografía y he escuchado tu voz.
No me enseñaron a memorizar poemas... siento no ser una seguidora "al uso".
No me enseñaron a saber leer, lo aprendí leyendo. A mis 41, coincido en renegar de los grandes éxitos editoriales -aunque seguro que me pierdo grandes cosas-. Prefiero bucear sola, y encontrar textos que me atraigan.
Todavía no me atrevo a comentar títulos, eres un experto.
Sigo mirando tus dioramas, me impresionan.
Saludos y hasta pronto
FERMIN,creo que con aprender a vivir cada día tengo de sobra¿No crees?
Besos.MJ
He de memorizar el más pequeño de ellos, pero intentar esconder los más que pueda… Bueno, si tuviera buena memoria me aprendería alguno de Neruda.
Un gusto leerte. Saludos.
Yo sí me tuve que aprender un libro entero de memoria: el catecismo. Por supuesto lo olvidé mucho más rápido que lo que tardé en aprenderlo.
Disfruto guardando libros y libros que he leído desde tiempo inmemorial. Son mi tesoro, el único que tengo.
Es un bello post.
Besazos.
Si ya están los libros, ¿para qué aprenderlos de memoria? Eso sí, quemar los libros que sólo son libros por su burda apariencia de libros debería ser algo a tener muy en cuenta.
Nunca he llegado a aprenderme un libro completo de memoria aunque le ha faltado poco en el caso de alguna obra de teatro en que hice de protagonista en mis lejanos años de actor aficionado.
Pero si llegara el caso a que alude Fahrenheit 451 buscaría quien me leyera en hebreo el Cantar de los Cantares y lo memorizaría costara lo que costara.
Lo cual no quita que Las Crónicas Marcianas sea una elección inmejorable.
Abrazos.
¡Hay tantos libros que desearía memorizar...!, sin embargo me quedo con uno que cayó en mis manos el verano pasado LA LADRONA DE LIBROS,de Markus Zusak, un libro fascinante, que comienza así:
Cap.1 -LA MUERTE Y TÚ-
Primero los colores.
Luego los humanos.
Así es como acostumbro a ver las cosas.
O, al menos, así intento verlas.
...Te lo recomiendo.
Me considero "una mujer libro."
Un abrazo.
Pues he decidido aprenderme El Conde de Montecristo y el Principito. Uno por largo y otro por corto. Tambien los escondere, por si se me olvida algo...
Yo me quedo con "El rayo que no cesa"; pero de quemarlo nada de nada.
Saludos.
tantos... uno de Krishnamurti quizas.
Un abrazo.
Yo siempre he tenido muy mala memoria y si tuviera que aprenderme un libro, me sentiría un poco incómoda, casi desplazada, como si no estuviera al mismo nivel de los compañeros que tienen tan buena memoria como para aprenderse textos enteros. Es mejor que me limite a lo que puedo hacer bien, que es seguir leyendo y rodeándome de libros y más libros.
Yo me aprendería cualquier libro que hubiese sido rechazado por cualquier comunidad.
Mi biografía, y arderé con ella.
un abrazo
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