(PARA EL ANÓNIMO) AJO Y AGUA

¡Vaya expresión! "Ajo y agua". Todos sabemos lo que quiere decir. Lo que encubre. Pero el eufemismo va convirtiendo poco a poco en sórdidas las palabras que vienen a sustituir a las malsonantes. Sin que las palabras tengan culpa de nuestros aspavientos, de nuestros odios, de nuestras disputas. ¿Y qué mal ha hecho el ajo para que lo pongamos de escudo lingüístico porque no nos atrevemos a decir las cosas a las claras? ¿Y qué mal ha hecho el agua para que la condenemos a cohabitar en los mismos niveles semánticos con un vocablo tan desesperante como el de "aguantarse"?

Lleva tiempo merodeando por Contrapoeticam un anónimo que suele emplear términos poco afortunados en sus mensajes, porque entran en la descalificación pura y dura (razón por la cual no he publicado ni uno solo de esos comentarios que ha hecho). Intuyo que es siempre la misma persona porque las expresiones que emplea se caracterizan por el mismo tono procaz que en ningún caso consiento al moderar los comentarios que recibe el blog. Y sobre todo por sus faltas constantes de ortografía, lo cual le "retrata" perfectamente sin necesidad de que yo emplee por mi parte más calificativos. A mí el tema anónimos me la suele traer al fresco -y los que me conocéis sabréis que es así-, porque un anónimo, cuando quiere hacer daño, se enmascara en su falta de nombre -de identidad- para tal fin. Y alguien sin identidad, sin "personalidad", pues me provoca cierta indiferencia. Poco daño puede hacer quien "no existe".

A ese anónimo -de todos modos- va dedicada la entrada de hoy. Porque si Contrapoeticam no le gusta, puede expresar su opinión de innumerables maneras, y todas ellas aceptables y dichas de buen modo, lo cual haría sus comentarios hasta incluso comprensibles. Pero cuando se emplean términos hirientes y ofensivos, así, porque sí, sin un razonamiento previo, sin una motivación; pues ya la cosa cambia. Cuando pienso en ese anónimo, la primera expresión que me viene a la mente para responder a sus comentarios hacia el blog es la de "ajo y agua". Pero, como esto es Contrapoeticam y no un barrio de los bajos fondos, en vez de interpelar a dicho anónimo y utilizar por mi parte la expresión consabida, traigo en cambio a la bitácora dos fotografías que he hecho, tratando de escudriñar la belleza implícita y explícita de las palabras, la belleza de realidades que se nos pasan muchas veces por alto. Lo feo, lo desagradable, mi irrespetuoso anónimo, estoy seguro de que ya tú te encargarás de buscarlo por tu cuenta. Espero que te quede un poquito de la imaginación que, intuyo, se te va escapando por momentos.